El Arriero, una marca que se ha convertido en sinónimo de sabor y calidad en Chile, tiene una historia rica y llena de anécdotas que van más allá de la elaboración de deliciosos productos alimenticios. Desde sus humildes inicios en la Patagonia chilena hasta su posición de liderazgo en el mercado nacional, El Arriero ha tejido una red de compromiso con la calidad, el consumidor y el medio ambiente.
Sociedad Comercial EL ARRIERO Ltda., fundada en 1982 por Carlos Ortiz Ortiz, actual Gerente General, comenzó su camino en Coyhaique (XI Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo). Allí, Carlos Ortiz instaló una deshidratadora de carne y comenzó a elaborar charqui, un producto que rápidamente ganó popularidad en la región.
El éxito del charqui de El Arriero impulsó a Carlos Ortiz a trasladar su planta procesadora y envasadora a Santiago, donde logró convertirse en líder del mercado con este producto. Con el paso del tiempo, la empresa amplió su oferta, incorporando nuevas líneas de productos como variedades de charqui, papas fritas, maní salado, maní con sabores, ramitas saladas, frutos secos, cereales, condimentos y pastelería. Hoy en día, El Arriero está presente en todo Chile, llevando calidad y sabor a los hogares de norte a sur.
El Arriero y la Tragedia de los Andes: Un Héroe Anónimo
La historia de El Arriero está inextricablemente ligada a uno de los eventos más dramáticos del siglo XX: la tragedia de los Andes. El 13 de octubre de 1972, un avión Fairchild 571 F227 que transportaba al equipo de rugby uruguayo Old Christian, se estrelló en la Cordillera de los Andes. Sergio Catalán Martínez, un arriero chileno, se convirtió en un héroe anónimo al ser la primera persona en encontrar a los sobrevivientes, 72 días después del accidente.
Fernando Parrado y Roberto Canessa, dos de los sobrevivientes, emprendieron una extenuante caminata en busca de ayuda, hasta que finalmente se encontraron con Sergio Catalán, quien se encontraba pastoreando ovejas junto a su hijo Juan. A pesar de las dificultades para comunicarse, Sergio Catalán comprendió la gravedad de la situación y se comprometió a buscar ayuda.
Sergio Catalán, a pesar del escepticismo de las autoridades, logró que se organizara una misión de rescate que salvó la vida de los 16 sobrevivientes. Esta historia se convirtió en un símbolo de esperanza y fortaleza, y el nombre de Sergio Catalán se grabó para siempre en la memoria de los sobrevivientes y del entorno entero.
Los sobrevivientes de la tragedia de los Andes mantuvieron un estrecho vínculo con Sergio Catalán y su familia durante años. Incluso lo ayudaron en momentos difíciles, como cuando necesitaba una prótesis de cadera. En 2013, se inauguró el Museo Andes 1972 en Montevideo, con una sala especial en honor a Sergio Catalán.
El fallecimiento de Sergio Catalán en 2020, a los 91 años, conmocionó a los sobrevivientes, quienes lo recordaron como un héroe anónimo que les salvó la vida. Su legado sigue inspirando a muchos, recordándonos la importancia de la solidaridad y la esperanza en momentos difíciles.
El Arriero: Un Legado de Calidad y Compromiso
El Arriero, a través de su historia, ha demostrado un compromiso constante con la calidad, el consumidor y el medio ambiente. La empresa, que comenzó con un pequeño emprendimiento familiar, ha logrado construir un imperio del sabor, con una amplia variedad de productos que satisfacen las necesidades de los chilenos.
La historia de El Arriero y su conexión con la tragedia de los Andes es un testimonio del valor humano y la importancia de la solidaridad. La marca, que lleva el nombre de un símbolo de valentía y honradez, sigue inspirando a las personas con sus productos de alta calidad y su compromiso con la excelencia.
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