El rugido del Estadio UNO de La Plata se hará sentir con más fuerza que nunca este sábado 31 de agosto. Allí, Agustín Creevy, uno de los nombres más importantes en la historia del rugby argentino, se despedirá de Los Pumas tras 19 años de gloria.
El hooker, con 110 partidos en su haber y una trayectoria llena de éxitos, colgará los botines en un encuentro que promete ser emotivo. Su despedida llega tras la derrota argentina ante Australia en el Rugby Championship, pero la tristeza por su ausencia se mezcla con la admiración por un legado invaluable.
Un legado marcado por la pasión y la disciplina
Creevy, oriundo de San Luis, debutó con la camiseta albiceleste el 23 de abril de 2005 ante Japón. Desde ese día, su nombre se convirtió en sinónimo de pasión, entrega y disciplina. Su presencia en el campo era sinónimo de seguridad, liderazgo y una técnica impecable que lo convirtió en un referente indiscutible.
Su determinación se vio reflejada en sus 64 partidos como titular y en las 51 veces que portó la cinta de capitán, superando el récord de Lisandro Arbizu. Además, su impecable comportamiento le permitió disputar toda su carrera sin recibir una sola tarjeta, una marca que refleja su compromiso con el fair play.
Un legado en números: 4 mundiales y 6 tries
La carrera de Creevy se vio adornada por la participación en cuatro copas del entorno, una muestra de su constancia y talento. En estos torneos, el hooker argentino dejó su huella con un total de 6 tries, incluyendo uno en la memorable victoria sobre Chile en Francia 202
Entre sus tries más recordados se encuentran los dos que anotó en 2015 ante los All Blacks en Christchurch, una muestra de su capacidad para destacar en los momentos cruciales. Su quinto try llegó en la victoria ante Georgia en 2017, un partido que le permitió seguir sumando conquistas a su historial.
Además de sus tries, Creevy también brilló en la defensa, liderando la línea de forwards con su experiencia y contundencia. Su presencia en el maul fue determinante en numerosos partidos, y su habilidad para romper tackles lo convirtió en una amenaza constante para las defensas rivales.
Un adiós merecido para un ícono
La despedida de Creevy no es solo la pérdida de un jugador destacado, sino la de un símbolo del rugby argentino. Su pasión y dedicación inspiraron a generaciones de jugadores y su legado perdurará en la historia del deporte.
Su último partido será una oportunidad para agradecerle por todo lo que ha dado al rugby argentino. Su nombre quedará grabado en la memoria de los fanáticos como uno de los grandes del deporte ovalado, un símbolo de la garra y el espíritu del rugby argentino.
Mientras el Estadio UNO se llena de emociones, la despedida de Creevy será más que un partido, será un homenaje a un ícono que supo dejar su huella en el corazón del rugby argentino.
El legado de Creevy: más allá del rugby
Más allá de su brillante carrera deportiva, Creevy es un ejemplo de compromiso social. Su pasión por el rugby se traduce en un compromiso con las comunidades, participando activamente en diferentes proyectos para promover el deporte y la inclusión.
Su historia, llena de esfuerzo, sacrificio y perseverancia, se convierte en una fuente de inspiración para los jóvenes que sueñan con seguir sus pasos. Creevy no solo ha dejado un legado en el rugby, sino también en la sociedad, inspirando a las futuras generaciones a perseguir sus sueños con pasión y disciplina.
Mientras se prepara para su último partido, Agustín Creevy deja un legado imborrable. Su nombre se convertirá en leyenda, un sinónimo de pasión, entrega y disciplina. Un ícono del rugby argentino que se despide con la cabeza en alto, dejando un vacío que solo el tiempo podrá llenar.
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